Los taludes son superficies inclinadas que adoptan esta posición de manera permanente o en muchos casos, temporalmente. La estructura es de suelo o rocosa. Es vital saber distinguir los tipos de taludes debido a que cada uno de los problemas que se pueden presentar por la inestabilidad, deben ser tratados de diferente forma, dependiendo siempre del origen y composición del talud.
Tipos de taludes
Los tipos de taludes pueden ser dos:
- Naturales: Son taludes formados por la naturaleza a lo largo de la historia geológica. No requieren de la intervención humana para formarse, se pueden establecer como consecuencia de procesos erosivos. Estos ocasionan la formación de acantilados. Resulta un poco complicado el cálculo de la altura debido a lo irregular que son.
- Artificiales: Para la formación de este tipo de taludes se requiere de la intervención del hombre. La formación dependerá del desarrollo de obras de ingeniería, cuando se requiere de una superficie plana en cierta zona inclinada. Es muy común en obras de infraestructuras o de presas. Los taludes artificiales se diferencia en dos grupos, los terraplenes y los cortes. Al estar bien definido se puede calcular fácilmente su altura.
Los terraplenes son aquellos en los cuales existe relleno con el propósito de elevar el nivel del terreno. Mientras que en el caso de los cortes o desmontes son ocasionado como consecuencias de excavaciones. En ambos casos, es el tipo de material que lo forma lo que causará la diferencia, además, de sus pendientes. En el caso de los desmontes se caracterizan por tener pendientes desde 35º hasta la vertical y la de los terraplenes es de aproximadamente de 27º.
Es por esta razón, por la que cada uno de los problemas de estabilidad de taludes es tratado de manera diferente, debido a que se toma en cuenta el tipo de formación de los taludes.
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